Para explicar lo que sucede con la posible ayuda de Estados Unidos a la Argentina, el economista Fernando Marengo apeló a una anécdota que suele contar otro economista, Ricardo Arriazu. A principios del Siglo 21, un banco enfrentaba una corrida y su gerente fue a ver a JP Morgan. Éste reconocido banquero escuchó la angustia de aquel y lo invitó a caminar por Wall Street. Al transitar tres o cuatro cuadras, le dice: “tu problema ya se solucionó”. Al verlos juntos, el mercado interpretó que ese pequeño banco ya no tendría inconvenientes. Algo similar ocurrió al iniciarse esta semana que, tras un viernes negro, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, hizo tres posteos en redes y los bonos comenzaron a subir, el dólar a descender su valor, el Banco Central deja de intervenir en el mercado cambiario y el Riesgo País se redujo. En resumen, un shock de confianza.
El economista jefe de BlackTORO participó anoche del programa “Panorama Tucumano”, que conduce Federico van Mameren, y habló acerca de la situación monetaria y cambiaria que vive la Argentina. Marengo señala que la confianza que no se genera dentro del país se termina revitalizando por la conducta del Tesoro de EEUU, del apoyo del propio Donald Trump y de organismos internacionales para sostener un programa económico al que ven con buenos ojos y que llevó al presidente Javier Milei a exhibir fundamentos claves como el superávit fiscal. “Es como que, de golpe, el grandote de la clase saliera a defenderme”, ejemplificó. Ahora bien, el consultor advierte que no está claro qué es lo que el grandote le pedirá a cambio del apoyo. “Puede que nos resulte caro, pero más carísimo es un Riesgo País a 1.500 puntos básicos, que nadie traiga plata o que crezca la pobreza estructural”, acota.
Marengo reconoce que, por primera vez en 70 años, hay un gobierno que tiene superávit fiscal. “Argentina es un país que no genera credibilidad y eso no sólo se ve en un inversor extranjero, sino en el propio argentino que, debajo del colchón, llega a tener el 70% o el 80% de total de los ahorros del sistema financiero ante reiteradas estafas de los gobiernos”, sostiene. Por esa razón, cree que hasta tanto no se restituya la estabilidad, aquella mala reputación seguirá latente.
Récord histórico de reestructuración
A través de una videollamada, el economista recuerda que los temores del mercado siempre apuntan a que el país no podrá honrar sus deudas o que el Banco Central no podrá defender el techo de la banda de flotación cambiaria. “Cuando ves los números, el Central tiene los dólares suficientes para enfrentar una desmonetización fuerte de la economía y los vencimientos de deuda en moneda extranjera del año que viene son equivalentes al 1,5% del PBI; a EEUU le vence el 30%. Entonces, el problema de Argentina no es de solvencia, sino de reputación porque tenemos el récord histórico de reestructuración, nueve veces lo hicimos, sumado a un Congreso que, de alguna forma, está atentando contra la principal ancla que tiene el programa económico que es el superávit fiscal”. fundamenta.
Tras la reunión entre Milei y Trump, el riesgo país llegó a perforar los 1.000 puntosMarengo continúa con su explicación. “Cuando vemos ese tipo de situaciones, ¿cuál es la lectura que hace el mercado? Que la Argentina va a volver a la historia de siempre, es decir, crisis fiscal, necesidad de financiarlo, con récord histórico de refinanciaciones y, así, dirigirse hacia la décima reestructuración de deudas”. ¿Cuál es el comportamiento de los inversores? Marengo explica que comienzan a deshacerse de posiciones, vendiendo bonos y acciones a cualquier precio en una situación de pánico. Y con eso que se recibe va a comprar dólares. En consecuencia, “se puede observar que caen los precios de bonos y acciones, suben las tasas de interés y se presiona al mercado de cambios con un Banco Central que trata de defender la banda superior vendiendo dólares. Y cuando el acreedor ve esa conducta piensa que el BCRA tendrá menos divisas y, por lo tanto, la posibilidad de que no me pague la deuda es más alta. Entonces se va retroalimentando ese proceso de pánico”, acota.